El libro rojo de Ave

Defensa del corte

¿Hasta qué punto debe el jugador de MUS defender su corte?

¿Qué medidas debe adoptar, y cuales los riesgos a asumir?.

La respuesta a esta cuestión es complicada, y según el tipo de jugador ofrecerá diferentes variantes.

Personalmente creo, que en primer lugar, se debe hacer una rápida estimación inicial de cuantos posibles tantos podemos o pretendemos obtener, y consecuentemente en circunstancias normales e igualadas, ceñirnos a esos hipotéticos tantos futuros y emplearlos como "Colchón de Riesgo".

Como ejemplo, con RC55, no ir más allá de 3 o 4 tantos para defender nuestra pobre Grande y nuestros más que débiles pares, en posesión de jugadas de mayor calado, nuestro "colchón de riesgo" puede ser lógicamente más grueso, del mismo modo que una ventaja en el tanteo se puedo emplear razonablemente de forma parcial o en su totalidad para defender un corte, esto por supuesto es a criterio personal del jugador y depende del talante del mismo.

Lo que estaría carente de toda lógica y sentido común sería el intentar defender un corte propio en circunstancias normales y carentes de presión, exponiendo o comprometiendo el juego.

En este apartado de "La defensa del Corte", creo interesante incluir una líneas sobre el primer y segundo corte...

Al inicio de cada partida, la posición "Mano" suele ser corrida, es decir, la baraja va pasando hasta que uno de los participantes decide cortar el Mus.

Esta primera mano, es especialmente importante ya que es el primer peldaño a subir de la escalera hacia el triunfo y conseguiríamos nuestro objetivo si después de solventados todos los lances en esta primera mano, obtenemos ese primer colchón de riesgo al que aludíamos para afrontar la segunda mano.

Obtener pues, 3 o 4 tantos de ventaja sobre el rival, nos permite adoptar de momento, una actitud "relajada" , colocando ya desde el primer momento el factor presión en el lado rival, si el segundo corte parte también de nuestro lado, habremos fijado unas condiciones más que favorables para el futuro desarrollo y continuación del juego, con buenas perspectivas de éxito, esto es obvio.

Por todo ello, es perfectamente válido y razonable, considerar como coherente, realizar un primer corte con una jugada mediocre o incluso mala RS71,RC45,RC44,11,etc.

Nuestra mejor opción para tener este primer éxito, se produce cuando ninguno de nuestros rivales ha realizado el corte y la baraja llega a nuestra posición fijando nuestra posición como "Mano inicial del Juego".

En teoría, y en estas circunstancias, tendremos prácticamente todas las garantías de que nuestro corte será venturoso.

Proceder del modo contrario a lo comentado, es decir, tener una jugada buena y "pasar" la baraja no cortando el MUS, lo considero una forma absurda y errónea de juego, ya que los resultados que se pueden obtener no distarán mucho de los obtenidos por un corte propio.

Un ejemplo de esto sería pasar la baraja con RRC o RRR y revocar la Grande y los Pares. Una vez aceptado el envite a Grande o revocado dicho envite, el factor "sorpresa " habrá desaparecido, el jugador que ha realizado el corte estará ya sobre aviso y jugará con mayor prudencia, no exponiendo tantos innecesarios.

Habría que preguntarse...

¿Qué pasaría si este jugador después de revocar la Grande y ganarla, recibe por parte de su presunta víctima un Órdago a Pares en esa primera mano de juego?

o lo que seria peor para él... ¿Qué pasaría si el jugador que ha cortado el Mus tiene una jugada no ya superior, sino simplemente igual a la suya?.

"La iniciativa del corte, en principio, siempre nos otorga una posición de ventaja y privilegio con respecto a nuestro rival."