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Manual Zonamus

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El libro rojo de Ave

Errores comunes

El error más frecuente suele darse en la contabilidad del tanteo durante los juegos, con la anotación de algún tanto de más o de menos.

Para evitarlo, cada miembro de la pareja deberá tener en cuenta los envites o tantos "al paso" ganados por su lado, ofreciéndole al compañero al final de la mano la suma de sus puntos obtenidos, con las sumas parciales de ambos miembros de la pareja, el total final quedará bastante claro y queda la posibilidad en caso de error, de la oportuna corrección del compañero.

Para saber de forma inequívoca el estado de los Juegos, suele ser normal y es aconsejable, llevar un papel de anotación en el cual se irán marcando con una "X" los juegos obtenidos, pudiéndose complementar con un breve comentario sobre la obtención del juego.

Durante el juego, suelen también darse errores provocados por la precipitación al mirar los naipes, declarando jugadas que no se tienen, cosa que puede dar a lugar a distintas penalizaciones, se recomienda pues, agilidad y rapidez en la primera comprobación de los naipes, y una segunda revisión de la jugada antes de llegar al lance de "Pares", para asegurarnos de la tenencia o no de "Pares" y de "Juego" o "Punto".

Este "lapsus" lo podemos aprovechar para efectuar una valoración y repaso mental de las jugadas anteriores.

Son frecuentes también, errores durante el reparto de naipes, la mayoría pueden subsanarse en el momento, dando o quitando en el orden correcto, el naipe dado de más o de menos, en caso de llegar al final del reparto, se deberán contar por cada jugador los naipes recibidos antes de verlos ya que si algún jugador manifiesta tener naipe o naipes de más o de menos, es preferible realizar un nuevo reparto a quitar los sobrantes o añadir los carentes, ya que nunca se estará seguro del momento en que se produjo el error.

Sobre este particular asunto existen normas específicas en el Reglamento Oficial de Mus.

Pero todos estos tipos de errores podríamos denominarlos "físicos o sensoriales", en el Mus, se dan con mucha mayor frecuencia los errores "viscerales", es decir, la aceptación o renuncia de los envites tomando como referencia y base de enjuiciamiento criterios carentes de toda lógica o proceso deductivo previos.

La frase "Quiero por que sé que no tienes tal o cual jugada…" o "No quieras que lleva esto o aquello…" , son fieles exponentes de este tipo de conducta irracional y obcecada, basada exclusivamente en unos criterios subjetivos carentes de toda lógica, que condicionan y estrangulan la libre interpretación del compañero y su capacidad de análisis, atrofiando al mismo tiempo la propia.

En nuestro afán por justificar lo injustificable y demostrar lo indemostrable, nos empeñamos en hacer ejercicios gratuitos de pesimismo, convenciendo a nuestro compañero y de paso a nosotros mismos, de la verdad de lo aseverado, otorgando al rival siempre una jugada desfavorable a nuestros intereses.

Objetivo éste, que ha sido posible alcanzar merced al uso de esa intuición superior y aguda con la que hemos sido dotados, pero la verdad es muy otra, simplemente, nos cuesta admitir que el planteamiento del rival nos resulta desconcertante o incomprensible.

Las cábalas, premoniciones, predicciones y demás artes adivinatorias, de seguro que serían de gran utilidad e interés caso de existir viabilidad en su aplicación y confianza en sus resultados.

Al día de hoy...

"No se conoce ningún adivino que se halla hecho rico por acertar en ningún tipo de juego de azar".

Hasta llegado el tiempo y momento en que la intuición pueda preconizar resultados con garantías ciertas de éxito, nuestra capacidad de análisis y nuestro concepto de la lógica, deberán prevalecer.

Otro tipo de error común, es la aplicación y aceptación del término "Suicidio Gratuito". Este término, cuyo efecto y acción son coincidentes con su acepción literal, es consecuencia directa (de nuevo), de esa obcecación irracional que se padece cuando se presta demasiada atención a la intuición.

El abandono de una postura comedida y prudente, junto con el olvido deliberado de una superioridad, a veces incluso amplia en el tanteo, para arrojarnos en los brazos de un aparente Órdago que sabemos arriesgado, pero que se nos antoja claramente ganador, puede suponer en la mayoría de las ocasiones, un varapalo monumental a nuestro "ego" de gran jugador.

Es por ello, que las parejas más competitivas suelen estar formadas por jugadores compenetrados y "complementados". Por último, mencionaremos también en este apartado de errores, de forma especial, el comportamiento impulsivo y frenético de algunos jugadores, que lejos de practicar un MUS coherente y sensato, practican un MUS "violento" y absurdo, con la única intención de aplastar psicológicamente a sus rivales.

Se persigue con ello, más que la derrota, la humillación, el acoso y derribo del adversario, cosa execrable a todas luces y que contraviene el principio de deportividad y cordialidad más elementales.

Este Mus, donde la tónica predominante es el envite elevado y el Órdago, es fruto de una superficialidad de conocimientos y simpleza absolutas, que ponen de manifiesto el escaso o nulo respeto que debe ser tenido para con el rival y en consecuencia, la baja catadura moral del jugador que lo practica.

Por encima de cualquier otra consideración, deberemos practicar un comportamiento respetuoso y exquisito, en todas sus formas de comunicación tanto con nuestro propio compañero de partida, y hacia el rival.

Éste y no otro argumento, deberá ser siempre nuestro emblema distintivo y acreditación como buen jugador de MUS.