El libro rojo de Ave
Jugar con corrección
El desarrollo de un juego correcto, debe cumplir unos requisitos mínimos, que impidan al rival
jugar con holgura y sin presión, la lectura clara de este principio, se traduce también, en evitar
la pérdida innecesaria de Juegos o de un absurdo e innecesario elevado número de tantos en el
transcurso de la partida, con objeto de que ésta, esté nivelada en todo momento.
La práctica de un juego correcto, siempre y cuando se cumpla la premisa de ese equilibrio y
alternancia de cartas que apuntábamos al principio, exige:
- No lanzar ni aceptar Órdagos precipitados o innecesarios.
- No arriesgar tantos si no tenemos una jugada que defender o "tapar".
- No realizar envites bajos con una mala jugada*.
- No realizar envites demasiado altos para el valor de la jugada, que nos impidan "dar marcha atrás".
- Evitar en lo posible el descarte del rival cuando es Mano.
- No olvidar "nunca" el estado del tanteo y los juegos.
- Aparentar debilidad en nuestra jugada fuerte.
- Aprovechar siempre la superioridad amplia en el tanteo para "correr" las cartas cuando
somos Mano, el rival por este motivo, tratará por todos los medios de acortar diferencias con
cualquier clase de jugada, arriesgando tantos, este es el momento oportuno obtener una mayor renta
o incluso ganar el Juego.
- Tener en cuenta el descarte del rival no es concluyente pero sí orientativo.
- Emplear las señas lo más rápidamente posible, y buscar el momento apropiado para realizarlas.
- Sondear al rival antes de llegar a nuestro lance para evitar sorpresas. Si vamos a Pares,
deberíamos saber qué jugadas posibles puede tener el contrario, envidando en los lances anteriores.
- Conocer y valorar de forma adecuada nuestra jugada. Tres Reyes a Grande o tres Ases a Chica
son una jugada bastante fuerte en sus respectivos lances, pero no así en los Pares, y podemos
cometer un "grave error" sobre valorando dichas jugadas.
- Asumir riesgos cuando el rival es Mano, ya que aunque el contrario se gane los mismos tantos,
es positivo cortar el Mus, ya que la ventaja de ser "mano" será nuestra en la
próxima jugada.
"En determinadas circunstancias, un envite bajo con malas cartas es
tomado por el rival como síntoma cierto de jugada ganadora para ese lance".
Una lectura del
"juego correcto" no tiene en modo alguno por qué interpretarse como
"aburrido o lineal", veremos un ejemplo de este apartado en un capítulo posterior.
Pero de todas estas recomendaciones, la más importante y que ya se ha mencionado, es que
"nunca debemos olvidar el estado del tanteo y de los Juegos",
ya que este condicionante debe marcar de forma decisiva la pauta de nuestro juego.